2.2.13

De cabeza.

Uno no se da cuenta de la gravedad de nada, hasta que en algún momento de su vida se ve perjudicado, o ve perjudicado a alguien de su entorno. Que inconscientes somos, que facilidad para no darnos cuenta de nada o para propiamente desentendernos tenemos. No nos gusta que nos persigan pero es evidente que a veces solos no podemos y que necesitamos ese golpe de frente que nos da la vida, aun que quizá preferimos un golpe de mamá o papá que cumplen el rol de advertencias, pero por no dar pelota, terminamos golpeados por la situación que ya nos pasó por encima y que por mas que quisiéramos no podemos retroceder. Ojalá todos pudiésemos hacer lo que es moralmente correcto y así no solo viviríamos mejor si no que no molestaríamos al otro, no joderíamos a nadie. Viví y deja vivir, típico.

No hay comentarios: